miércoles, enero 25, 2006

Robótica Irónica


Hace unas décadas un equipo de investigación de la universidad Ningen Sogo Kagaku Daigaku, en el que cinco brillantes miembros derrochaban sudor y genialidad a partes iguales, se reunía en un Mc Donald´s de Hamura-machi, en la zona F de Tokio. Sobre la mesa de aluminio, entre las bandejas marrones, podían verse bocetos de algún extraño diseño, planos arrugados y numerosos post-it rosa. Esta sería la piedra de toque de una pequeña pieza salvavidas: el tapón con seguro para flotadores, manguitos y colchonetas. Este fue el primero de una larga lista de inventos igualmente burbujeantes...

Durante el transcurso del pasado año, los herederos intelectuales de aquel grupo iluminado nos sorprendieron con una creación potencialmente ambiciosa: el robot Sokal. El equipo, liderado por el doctor Fumitaka Ogishima, experto en Robótica Irónica y Cibernética Dadaísta, presentó al retoño en público en la Feria Internacional de Sapporo. Sokal se convertía así en el primer robot en la historia que no hace nada.

El robot Sokal no se desplaza, no pica perejil, no emite sonidos, no molesta al vecino del 5ºB, no se cae, no se da cuenta de lo que acontece a su alrededor, etc. Son prácticamente infinitas las acciones que Sokal no ejecuta, y esto demuestra el valor de un diseño que Fumitaka califica de "ecológico, económico y deliciosamente simple". En sus 8x8x8 centímetros, Sokal no esconde sorpresas: es un cubo de acero galvanizado, sin cables, ni chips, ni componentes electrónicos, ni nada.

Sokal fue diseñado según principios taoistas, (como el wu-wei), por tanto el entrañable robot es totalmente inofensivo, a menos, claro está, que algún desaprensivo lo utilice con crueles fines...

Por ahora, Sokal puede usarse como pisapapeles, mascota, bebedero de chinchillas o como elemento decorativo, pero se están barajando aplicaciones más jugosas, como por ejemplo, la de sujeta-hojas.

La sepiaencebollada, agradecida y emocionada, entrevistó al doctor Ogishima una anaranjada tarde de octubre en el departamento de Biología Molecular de la ucm; le preguntamos sobre la motivación que le animó a diseñar al robot y nos contestó, contundentemente, que "ya está bien de robots que intentan hacer cosas; lo verdaderamente humano es no hacer nada". Sepia y yo asentimos complacidas. La entrevista fue todo un éxito, sin embargo, no podíamos despedirnos sin preguntar una última cosa: ¿por qué había bautizado con el nombre de "Sokal" a su robot? Ogishima no respondió, se levantó, nos dio la mano y segundos después la espalda, y se dirigió hacia la puerta emitiendo un desconcertante ruidito por la nariz, posteriormente descubriríamos que se trataba de una risilla burlona...

la cebolla nocturna, por la tarde

lunes, enero 16, 2006

esquizofrenia sokal

Con este capítulo la sepiaencebollada de día tan sólo pretende poner en el tapete de la mesa camilla alguna notita en relación a las lindezas de Sokal. El lector puede advertir que la esquizofrenia natural del bidimensional ser marino se evidencia en las manifestaciones post-eras anteriormente publicadas. Como se puede observar, la sepia de día muestra una actitud algo más beligerante con respecto al mal sokal, mientras que la cebolla de noche muestra un talante mucho más objetivo. A la espera de los monográficos prometidos por la cebolla nocturna, la sepia de día prosigue en su empeño por desmantelar el templo sokal. Rogamos el público sea condescendiente, ya que lo que están a punto de consumir no es más que un espasmo de los tentáculos de la sepia.

Perlitas del Sokal (incluye notas de la sepiaencebollada, así como registro gráfico en forma de afoto de Sokal de botellón):

"creo que eso pudo haber sido dicho para venderlo a los norteamericanos, que son muy religiosos". Bien, un técnico que se autonombra defensor de las víctimas del posmodernismo y que para llevar a puerto su lucha arremete contra los más grandes (mientras no se demuestre lo contrario) tiene la osadía de escupir afirmaciones como la reseñada. ¿Es ese el rigor científico que reclama? Si este hombre puede decir una estupidez semejante y quedarse tan pancho, Baudrillar y Lacan pueden decir lo que les venga bien de los números primos.

(De la entrevista por Salvador López y Joan Benach): "Se trata de una crítica del relativismo cognitivo, de la idea de que afirmaciones de hecho -ya sean hechos comunes como, por ejemplo, hay un vaso de agua sobre la mesa delante de mí, o afirmaciones históricas o científicas- no pueden ser verdaderas o falsas objetivamente, transculturalmente, sino que sólo pueden ser verdaderas o falsas relativamente a una cultura o a un determinado grupo social. Nosotros queremos criticar esas ideas y tratar también de explicar en parte cómo surgieron. Esas concepciones surgieron partiendo de ideas válidas de la filosofía de la ciencia contemporánea, pero fueron deslizándose hacia nociones, a nuestro parecer, no válidas, gracias a ambigüedades del lenguaje y a errores de lógica. El propósito de ese largo capítulo del libro es desenredar algunas de las confusiones que nos parecen muy difundidas -no tanto en círculos filosóficos sino en círculos de las ciencias sociales-, por lo menos en Estados Unidos, pero nos parece que ocurre también en otros países". Criaturita, se pierde al confundir el relativismo cultural con el relativismo cognitivo; de cualquier manera, la teoría cultural en Estados Unidos tuvo el acta de nacimiento que tuvo y eso no lo cambia nadie, por mucho que le pese al Shacal. Y así les va.

"Bricmont y yo no leemos alemán, por ejemplo. No somos entonces competentes para criticar a escritores alemanes contemporáneos o no contemporáneos". Sin comentarios...

"la decisión de qué textos conviene criticar no es exclusivamente función del grado del abuso cometido, sino también de la notoriedad de los autores. No es muy relevante criticar a autores desconocidos". Chuos.

"si escribiéramos para un público científico hubiéramos escrito subconjuntos propios"; no me entero.

"nuestra crítica de Lyotard es mucho más suave que nuestra crítica de los demás autores". Claro, sólo se pega con los de su tamaño!!

Alan Sokal afirma conocer tan sólo el 5 o el 10% de la obra de los autores elegidos como cabeza de turco: "En cuanto al resto de la obra no la conozco, la dejo de lado". Por otra parte cita atreviéndose con un hueso de los más duros (Hegel): "Cuando uno se encuentra confrontado con textos tales como los de Hegel o los de Lacan, cuyo sentido no es por lo menos evidente, no carece de interés evaluar lo que dicen estos autores cuando abordan dominios como los de la matemática en donde los conceptos tienen un sentido preciso y los enunciados son rigurosamente verificables. Si después del análisis comprobamos que su discurso, allí donde es fácilmente verificable, no es más que una confusión sin sentido, tenemos el derecho a cuestionar el resto de sus obras".

La sepia encebollada enseña, la sepia encebollada entretiene, y con los rejos llenos de ajo te digo, hasta la semana que viene...