martes, diciembre 27, 2005

Sokal del rabal...


Tengo un runrun entre pecho y espalda. Me parece pretencioso, peligroso, goloso, reducir la teoría o la ciencia social contemporánea (o recientemente contemporánea) a los dictados (léase dictado como: mi mamá me mima) de los posmodernistas...

Sokal y Bricmont [afirman] en su libro: "Creen sin duda poder utilizar el prestigio de las ciencias exactas para dar un barniz de rigor a su discurso. Por otra parte están seguros de que nadie señalará la utilización abusiva de esos conceptos científicos".

Sokal, como físico que es, probablemente ignore que el prestigio de ciencias como la biología, prestigio del que tanto se pavonea, hunde sus patas en aproximaciones y caminos iniciados por la filosofía y otras ciencias sociales, ciencias inexactas donde las haya. Logros convertidos en best-sellers son aplicaciones matemáticas y biológicas aceptadas como dogma, cuyo alcance deriva de pajas científicamente sociales. Aborrezco los textos pretenciosos que no van a ninguna parte, pero la cita de Sokal es para hacer un sancocho con sus criadillas. No me queda claro, ¿qué molesta a Sokal? ¿el uso del lenguaje científico por parte de las ciencias sociales con objeto de validar hipótesis? ¿la apropiación de la filosofía de ecuaciones matemáticas? Probablemente ignore que muchos textos sociales hacen uso de ecuaciones matemáticas e incluso adoptan expresiones como "átomos sociales", "células del parentesco" sin más interés que el de exponer de una manera gráfica ciertas ideas. Las aproximaciones científicas y el lenguaje en el que se formulan no son propiedad personal e intrasferible de ninguna de las ciencias ni de ninguna de las disciplinas. Regresar al debate decimonónico que estableció guerras nomotéticas y luchas ideográficas me da una pereza... (a mí el ejército prusiano!).

Amigo Sokal, sé que tiene usted el hábito de consumir lo que la sepia encebollada escribe, sé que está a la escucha. Vamos a tener buena relación, está usted a punto de provocar una lucha entre mis dos identidades elementales, no quiera sentirse responsable de ejecutar un movimiento que pueda desestabilizar el equilibrio mundial. Que una cosa es reirse a la cara de las pretensiones posmodernistas y otra bien distinta es darle a la piedra angular de las ciencias (en general). Amigo Sokal, ante usted descubro mi testa por el valor y el éxito de su empresa, nos llevaremos bien mientras no se meta en camisa de once varas y no incurra en la pretenciosidad que critica. Porque el lenguaje que usa chirría ya que de claro tiene bien poco, su afirmación provoca daños colaterales cuya alargada sombra hace temblar mis tentáculos.

Me voy a tomar un poleo-menta.

2 Comments:

At 1:35 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me pregunto qué es lo que impulsa a una sepia encebollada a dar brincos fuera del Mar Sokal. Teme acabar en un triste plato sofrito de restaurante barato de costa, atrapada entre las piezas dentales con funda de oro de un cualquiera?, Un desconocido con la barriga hinchada y esa mirada tan segura de sí misma que no sale del eje vital que une cartera-cuenta-cartera? Teme, simplemente, ser pasto de los tiburones ó por el contrario no ser aceptada en su lujurioso clan? Temor a no ser temida? Porque el Mar Sokal puede atraer y hasta magnetizar pero la sepia encebollada no parece definitiva ni contundente en sus impresiones. Como que lo quiere pero al mismo tiempo quiere huir de él. Quién es, qué es, en realidad el Mar Sokal, y qué es lo que ha hecho para merecerse la atención de este nuevo y bidimensional especímen marino. Es posible que la pregunta sea tonta, pero para quien no tiene, curiosamente, tiempo físico en las manos y menos en la cabeza, el Mar Sokal sigue siendo un desconocido, una abstracción más o menos religiosa que arruga la boca y no conduce a ninguna parte más allá del panorama pseudocriticointelectual que flota en el texto con los músculos natatorios medio inválidos, como un tronco a la deriva. Pero repito que peco de ignorancia y conste que no resto belleza a la falta de claridad y definición con que la sepia encebollada chapotea en el Sokal, todo lo contrario, esto es una petición, un ruego, porque la gran música de los siglos fue oscura y fría en su sinceridad y arrojo sobre las almas, las mismas que ahora están perdidas todas bajo capas de macro alegría sin fundamento, bien tejidas todas para un vuelo perfecto en dirección a la cúspide y a la cima, aunque no importa de qué ni de dónde si lo que más importa es la espuma, la fortuna y la gloria palurda.

Me suena hermoso pues que una sepia encebollada se asome en estos días a romper la superficie del Mar Sokal, tiempos de guerra mimada en la que a los generales se les aplica la extremaución con la Orquesta Bélica de sus azaÑas resonando en su lecho de muerte, mientras el gran hermano y los triunfitos se infiltran en cada casa por la puerta grande. Así que más hermoso me sabría aún si encontrara en el Sokal lo que tenga y/o contenga el asunto de humano, porque a mí ya la metafísica de los acontecimientos vulgares me supera…así sea un vecino que me salude efusivamente, sean las cartas acumuladas en el descansillo, todo eso, el rin-tin-tin de las cajas registradoras, los monigotes de los billetes, los taxistas mirámdote con ansiedad y muchas veces tu mismo rostro siguiéndote por las calles.

Téngase en cuenta pues como ruego una sola pregunta, que para enfrentarse a lo abstracto y pseudointelectual ya está el día a día, donde uno mismo se come su propio trabajo, tan vulgar como una servilleta blanca, y el resultado final es que pasan las horas tan planas e improductivamente que sólo una patética tarta de chocolate puede llegar a conseguir que te sientas mejor, porque fuera del Mar Sokal sólo puede uno ver cero creatividad, cero feeling. Luego, básicamente, la cuestión es, quién coÑo era ese tal Sokal? Porque insisto y repito, que la misma chica se maquille siempre igual y salude exactamente todos los días con la misma hipocresía a los mismos clientes...eso me supera. Y la evidencia de las mentiras y mi propia debilidad...así que finalmente sospecho que una sepia encebollada es capaz de tocar algo antes no tocado. Todo es cuestión de tiempo, cierto, pero es que pasa el tiempo vulgarmente como un saco de cemento, y nada se cuestiona, y nada se concibe. Algo más debe haber bajo las aguas del Sokal, algo que supere la incercia con que asumimos esta realidad plana, y vulgar. Saludos.

 
At 2:18 p. m., Blogger sepia encebollada said...

Amable usuario anónimo:

Su comentario desorienta a la sepiaencebollada, amén de provocar un sinfin de preguntas que por ahora no tienen respuesta. Pueda usted tener por seguro que sus dudas son mis dudas.

No quisiera precipitarme en mis conclusiones, aunque probablemente haya violado la frontera a estas alturas. La respuesta nace a su hora. El propósito que guía a la sepia encebollada es el de sucumbir al despropósito de las palabras de más, cruel desgracia donde las haya. Aunque por lo pronto la prudencia guíe nuestros pasos hacia usted...

Espere nuestras noticias, amable usuario anónimo.

 

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