El torso recibe su premio, la cena, la gloria.
El pasado viernes tuvo lugar la sesión de investidura del torso 2007, al que le espera un año divino. Durante la cena, el torso contó a la sepiaencebollada divertidas anécdotas de su vida anónima que lo humanizaban y dignificaban: parece increíble debido a su grandeza, pero es, sin duda, un torso sencillo y cercano. Durante la sobremesa... las luces de las farolas creaban sombras inciertas, la noche se llenaba de un viento nuevo, casi eléctrico y el torso, con la satisfacción del triunfo, se erguía en la silla frente a nuestros ojos anhelantes: la primavera estaba cerca y comenzaba el reinado del vencedor, todos démosle loor.
posted by sepia encebollada @ 10:35 a. m.
4 comments
4 Comments:
Me muero de envidia, grrrr...... para cuando otro consurso? necesito otra oportunidad!
Estimado Tom:
No desespere, si es usted poseedor de un torso envidiable pues poténcielo. El torso ganador lo será hasta el año 2008 y mientras tanto si otras áreas de su cuerpo son dignas de admiración proponga un nuevo concurso de fotografía. La sepiaencebollada está siempre dispuesta a la evaluación de lo ajeno. Por lo pronto, no sea melindroso y háganos llegar aquellos 10 objetos que le alienan, aquellas 10 pequeñas cosas cotidianas sin las que su vida no tiene sentido, aquellos 10 objetos sin los que muero porque no muero.
A sus pies.
Uf... cuánta magia en este blog, es este concurso, qué excelente, qué manera de pensar; uf. Conmo el Sr. Tom, qué envidia. Me pasaré parte de mi vida angustiado por no haber entrado en el concurso, en la fase final, en los premios, en los juguetes prometidos, en las cenas, en la cháchara masiva, en la estupidez comedida, en la falta de respeto absoluta al pensamiento y la inteligencia, en la tontería que se quiere ingenua, en la arrogancia esperpéntica, en la idiotez que raya lo inhumano, lo robótico, la oligofrenia, el cáncer mental, la muerte consciente... qué envidia por no ser el ganador!!!
Me congluspera su parrítico estrufacto, pero, en confianza le casgotizo, que siendo aflumante su gran fledajez, todo agalma pitúricos entroncados. Aflúeme las caspizas que las pequeñas loias me las afluo yo.
Corrazos y amplicornios, querido calachufo!
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