viernes, diciembre 14, 2007

Call me Peter



Por iluminar nuestras vidas con esa sonrisa cínica tan característica de los niños, por recordarnos que no importa lo mucho que crezcas ya que las camisetas no lo hacen, porque el divertido ligoteo borrachuzo de los 19 y sus entrañables muletillas no tienen por qué olvidarse a los 30, por los erasmus tardíos y por soñar, que uno siempre está a tiempo de ser una nueva estrella indi, una nueva estrella dogma, una nueva estrella con términos caducados, sí, ¿y qué? por las jóvenes promesas con entradas, por ellos (que ahora se sienten aludidos y reprimen una lagrimilla)... este post.